tag:blogger.com,1999:blog-14802289996604617852024-03-13T05:56:32.161+01:00Cabo de HornosJesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.comBlogger151125tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-9650027327558311102014-12-03T23:55:00.001+01:002015-01-07T11:39:58.106+01:00Puerto de partidaHoy quedé a comer en Binéfar con mis amigas y compañeras de la coral más queridas. Mientras conducía de regreso a Barbastro recorriendo los kilómetros que devoré tantas y tantas veces caí en la cuenta de que, como les había sucedido a otros navegantes antes que a mí, finalmente las tormentas del cabo de Hornos se habían limitado a empujarme con furia al <a href="http://lascincoestaciones.blogspot.com.es/">puerto de partida.</a>Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-32403766330271324772014-09-23T22:17:00.000+02:002014-09-23T22:46:13.762+02:00Pacífico e inmensoY aquí, con esperanza incierta y luces pocas, termina mi travesía del cabo de Hornos. Me siento cansado ahora que, después de tanta batalla estéril, ya no escucho el ruido de las olas rompiendo contra las rocas. Lo que me espera es pacífico e inmenso.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-75866207722478306072014-09-19T09:43:00.002+02:002014-09-19T09:43:44.704+02:00Charcos en la calleA las cinco de la madrugada me despertó la tormenta. Truenos, relámpagos y después la lluvia. Por la mañana, camino del trabajo, ya no llovía, pero permanecían los charcos en la calle y el río Vero fluía de color café con leche. Fui el primero en llegar a la agencia y al encender las luces y comenzar a abrir los ventanales sentí de pronto, no sé por qué, un ataque de esperanza.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-48477250869384275552014-09-11T00:23:00.000+02:002014-09-11T00:23:43.556+02:00Un caballo es una opciónUn caballo es una opción. Miras una película bélica en la televisión de tu casa y tu caballo, allí en la hípica a la que pagas un alquiler por su tutela, duerme con la antigua e intermitente inquietud de los herbívoros. Tu caballo de cuatrocientos kilos duerme; el caballo que te sigue allí donde vas y come manzanas verdes de tu mano, duerme; tu caballo de ojos oscuros, profundos y nobles, duerme. Pero, y ésta es la cuestión, podría perfectamente no existir. En este instante podrías estar disfrutando de esa misma película en la televisión de tu casa sin que existiera ningún caballo que reconociera tu voz y manifestase su alegría al verte llegar moviendo la cabeza arriba y abajo. Por eso escribo que un caballo es una opción, obviamente.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-11828005794839640612014-09-02T01:05:00.000+02:002014-09-02T01:05:30.226+02:00PopaAgosto de dos mil catorce desaparece por la popa. Soy consciente de que no volverá a suceder jamás pero ya no me preocupa: si la fortuna me acompaña viviré otros veranos -veinte, tal vez treinta, cuarenta con mucha suerte-, y si no me acompaña afrontaré mi destino con la misma valentía o estoicismo con que miles de millones lo enfrentaron antes.<br />
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La otra noche tuve un sueño muy vívido e inquietante. Por la mañana escribí lo siguiente: <i>«A pesar de las nubes la luna llena ilumina la playa donde intentamos conciliar el sueño. Somos un grupo de supervivientes durmiendo sobre la arena pero yo estoy despierto tumbado boca arriba, por eso veo los grandes bombarderos que nos sobrevuelan en un silencio imaginario. Son tan enormes que por un momento me hacen pensar en naves extraterrestres, aunque yo sé bien que son humanas, sé bien a dónde se dirigen y cuál es su propósito: destruir a los decapitadores.»</i><br />
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<i><br /></i>
La semana pasada tuve consulta con mi psiquiatra. Me redujo el antidepresivo a la mitad y, si todo sigue yendo bien, tal vez acabe el año sin tomar nada. Oh, cuánto deseo dejar atrás definitivamente el cabo de Hornos.<br />
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Alrededor de las farolas de la calle revolotean dos pequeños murciélagos atrapando los insectos que se sienten irremediablemente atraídos por la luz.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-26125389380891786312014-08-16T01:51:00.000+02:002014-09-02T23:05:49.999+02:00El viento agita las ramasDuermes pacíficamente a mi lado mientras el viento agita las ramas de los arbolillos de la acera.<br />
<br />
Al atardecer salí a la pequeña galería y vi a una joven búlgara haciendo fotografías en el balcón de su casa. Imaginé la espectacularidad de la muerte del sol detrás de mi edificio y recordé lo mismo admirado tantas veces cuando vivíamos en Binéfar.<br />
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Bajaron las temperaturas y casi pude escuchar el crujido del otoño precipitándose sin remedio hacia mis brazos<br />
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como tú.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-73550520696781520352014-08-02T00:16:00.000+02:002014-08-02T00:16:30.715+02:00Todo comienzaEl uno de agosto de dos mil catorce amaneció con veraniegos truenos apocalípticos y chaparrones intermitentes. Me levanté de la cama y atravesando la luz gris abrí la ventana y me asomé, feliz, a la calle mojada.
Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-1383203282323882092014-07-28T00:22:00.000+02:002014-07-28T00:22:01.250+02:00És l'hora, pareA menudo he odiado la poesía, todavía la odio a veces. Me pone enfermo, me da urticaria, logra hacerme sentir incómodo, traidor, cínico, cruel. Sin embargo, como sucede con tantas adicciones, la necesito, la busco, interpreto el mundo a través de su poder antiguo, incapaz de renunciar a ella.<br />
<br />
Porque sucede que a veces, muy pocas veces, algunos poemas inesperados se cruzan en mi camino y recupero la sed de verdad que tenía a los catorce o quince años, aquel placer al sentirme saciado sin esperarlo, aquellas epifanías, aquel sólido y rotundo sentimiento de comunión.<br />
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Hoy he leído poemas así y, tras el estremecimiento y la profunda emoción, lo primero que he sentido ha sido agradecimiento: los poemas de <a href="http://sendersalbosc.blogspot.com.es/2014/07/es-lhora-pare-el-meu-comiat.html">Eponelep</a> se han llevado de un plumazo toda la hojarasca dejando el hueso al descubierto. Ah, sí, esto era la poesía, iba de esto. Gracias por recordármelo, Silvia, aunque haya sido a un precio tan caro.<br />
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<a href="https://www.dropbox.com/s/p0k7simnn1kcf4u/%C3%89s%20l%27hora%2C%20pare%20-%20S%C3%ADlvia%20Castell%C3%B3%20Masip.pdf">És l'hora, pare</a>
Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-85915457020159338992014-07-18T01:45:00.000+02:002014-07-18T01:46:54.235+02:00Ciudades voladorasGiraban tantos ventiladores en la angustiosa y calurosa noche de verano, tantos centenares, miles de ventiladores en dormitorios, salones y pasillos, que poco a poco la ciudad comenzó a despegar y elevarse sobre el somontano mientras sus moradores dormían.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-89726755023000421552014-07-10T00:54:00.002+02:002014-07-10T00:54:51.000+02:00Vida de un poetaEntre los encierros de San Fermín y los partidos de fútbol del mundial de Brasil no doy abasto.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-12519078839513022802014-07-05T02:21:00.001+02:002014-07-07T01:05:08.889+02:00Bajo las nubesMe parece correcto tener canas, añadir a mi antigua miopía juvenil la actual vista cansada, contemplar por la mañana en el espejo un adelanto de mi futuro inmediato.<br />
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Me parece correcto estar gordo por comer y beber demasiado, por no hacer ejercicio físico, por dejarme llevar lánguidamente por la corriente bajo las nubes sin mover un músculo.<br />
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Me parece correcto hacer lo que quiero, como quiero y cuando puedo: amar, olvidar, ser ejemplar, ser miserable, fuerte como un gigante, débil como un coloso, bueno, cruel e injusto.<br />
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Me parece correcto pagar un precio cada día, me parece correcto ignorar tanto y sin embargo seguir adelante con más o menos curiosidad, más o menos fortuna, más o menos esperanza.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-10826113548945609022014-07-02T01:07:00.002+02:002014-07-02T01:07:58.824+02:00Cantos de sirenasJulio comienza con una tormenta de verano de mil pares de cojones. Truenos, relámpagos, lluvia furiosa de gotas gruesas y veloces como balas. La nave y sus camarotes, eso sí, ni se mueven. Cualquiera pensaría que en vez de estar navegando alrededor del Cabo de Hornos estuviese yo viajando a bordo de un estático y pequeño apartamento tierra adentro, a centenares de kilómetros del mar. Así de engañosa puede llegar a ser la realidad.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-78340973625434984412014-06-30T00:59:00.000+02:002014-06-30T16:09:28.819+02:00La insoportable levedadUn pequeño insecto se posa en el trackpad de mi portátil, y al tratar de apartarlo sin aplicar fuerza alguna, sin ánimo de destruirlo, mi gesto lo convierte en un diminuto manchurrón alargado, apenas una salpicadura de vísceras microscópicas que limpio ceremonialmente con un dedo mojado de saliva.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-5392254807776259992014-06-27T00:37:00.001+02:002014-06-27T00:37:53.567+02:00ParaísoUn prado verde cerca del mar.<br />
Un libro abierto de cualquier manera sobre la hierba.<br />
Duermo.
Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-44643564682867743242014-06-25T01:03:00.000+02:002014-06-25T20:47:30.575+02:00La cuestiónYo me moriré, y después se morirán mis hijos, y también los hijos de mis hijos, mis nietos, si es que los tengo alguna vez, etcétera.<br />
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Pero esa no es la cuestión, la cuestión es que esta tarde ha llovido mansamente y por unas horas Túnez se ha convertido en Irlanda, el somontano de Huesca en un verdadero norte y mi desesperación termostática en un recuerdo reciente aunque, ay, premonitorio.<br />
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Y ésta, perdóname, tampoco es la cuestión, la cuestión es que la lluvia es inmortal. El sonido que hace, su olor, el modo en el que de pronto nos recuerda que vivimos en un planeta y no en el decorado de un planeta. Confío en que miles de millones de personas puedan disfrutar de la lluvia en el futuro como yo la disfruto ahora, y al pensar así caigo en la cuenta de que mi experiencia no es sino un adelanto de la experiencia de quienes vendrán cuando yo ya no exista, porque la lluvia, el viento y las nubes que nos sobrevuelan a kilómetros de altura nos sobrevivirán a todos, de eso no me cabe la menor duda.<br />
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Claro que, en realidad, la verdadera cuestión es la siguiente: llovía y me asomé a la pequeña galería del apartamento. El termómetro había descendido cinco grados como mínimo. En el edificio de la acera de enfrente, dos o tres pisos más arriba que el mío, un hombre tan gordo como yo, también vestido con pantalones cortos y el torso desnudo, disfrutaba de la lluvia. Yo sabía que era búlgaro porque una vez lo atendí en mi trabajo y tengo muy buena memoria para las personas. En un momento dado se cruzaron nuestras miradas pero no hicimos ningún gesto, nada. Llovía y era maravilloso oír el sonido de la lluvia sobre las hojas de los árboles y las carrocerías de los coches aparcados en la calle.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-87611726185749022162014-06-23T00:28:00.001+02:002014-06-24T00:11:18.942+02:00SecretosDesde hace unas semanas vivimos solos mi hijo y yo. Nos entendemos más o menos bien. Yo todavía no he olvidado cómo era a su edad y sé que lo que entonces quería era, básicamente, que me dejaran en paz. No existe otro secreto.<br />
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Este fin de semana han venido ellas: su madre y su hermana; mi mujer y mi hija. No es por nada pero cuando las mujeres que queremos aparecen en nuestro hábitat masculino todo cambia, y no sutilmente. De pronto hace aparición el sentido común, por ejemplo. De pronto debemos estar atentos a sus expectativas en cuanto a la expresión espontánea de nuestros sentimientos, por ejemplo, y todas nuestras reacciones básicas, sobre todo las más instintivas, son susceptibles de ocasionar un conflicto que, por supuesto, seremos incapaces de comprender aunque simulemos hacerlo.<br />
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Os queremos. Creedme, os queremos con toda nuestra oportunista y muscular sensibilidad; os queremos con toda sinceridad mientras nos sumergimos temerosamente en vuestros preciosos ojos preguntándonos cómo es posible amar así a alguien tan distinto a nosotros.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-16781101281186578832014-06-19T23:59:00.000+02:002014-06-25T20:03:34.875+02:00VariacionesA mí me gusta el fútbol. Es algo incomprensible porque yo siempre fui el último niño en ser elegido cuando se hacían equipos en el patio del colegio. Era tan malo. Nunca se me dio bien el ejercicio físico, así que comprendo que en aquellos diminutos mercados esclavistas fuese la última opción. De hecho llegué a odiar el fútbol y, en general, todos los deportes, por lo que intrínsecamente tenían de competición cruel y sin paliativos (un mundo donde sólo valía la victoria no era el mejor para alguien como yo).<br />
<br />
Pero muchos años más tarde llegó a este planeta un nuevo pasajero llamado Carlos Miramón Puértolas y, por alguna misteriosa y aleatoria conjunción de cromosomas de parientes lejanos, resultó ser un ferviente seguidor del fútbol. Fue a través de su interés que yo, por estar a su lado, para que pudiera compartirlo conmigo, me aficioné a lo que tanto había desdeñado en mi infancia y juventud, y la rutina prendió de tal modo que ahora, cuando ya tiene diecisiete años y vuela cada vez más lejos de mí, continúo viendo los partidos disfrutando de los equipos que juegan bien, sean del equipo o del país que sean.<br />
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Uno nunca sabe. Entre el niño que quedaba el último en la pared del patio del colegio y el paquidermo que escribe ahora mismo estas palabras han pasado más cosas de las que puedo recordar, casi todas inimaginables, casi todas maravillosas.<br />
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<center><iframe width="420" height="315" src="//www.youtube-nocookie.com/embed/N2YMSt3yfko" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></center>Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-33943953052191877282014-06-19T02:04:00.000+02:002014-06-19T02:04:30.444+02:00Tic-tacEl primer sonido que escuchamos es el del corazón de nuestra madre meses antes de salir al mundo exterior, y aquel sonido es ritmo, compás, armonía, matemáticas, seguridad, consuelo, alimento, vida. Ese es el sencillo misterio del poder de la música: nuestro cerebro está empapado de ella desde el principio del principio. Por eso los bebés se duermen cuando les cantamos una nana, por eso los cachorros de perro dejan de llorar si escuchan el tic-tac de un reloj bajo una cálida toalla, por eso nos hace felices el sonido de la lluvia batiendo sobre las barandas de los balcones y los techos de los coches aparcados en la acera.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-71139943600698537362014-06-17T22:27:00.001+02:002014-06-17T22:27:36.438+02:00La isla del tesoroEl otro día fui a la consulta de mi psiquiatra. Estuvimos hablando un rato. Ella me preguntó qué tal estaba y yo le contesté que bien, mucho mejor. La doctora escribía en el ordenador mirándome de hito en hito. Quedamos en volver a vernos el veintisiete de agosto a las siete de la tarde. Si todo seguía yendo bien, añadió, comenzaría a reducir la dosis de Sertralina.<br />
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Eran las ocho de la tarde cuando salí a la calle. Hacía calor. De regreso a casa pasé junto a un descampado cubierto de desbordante vegetación: zarzales, pequeñas y blancas rosas silvestres, tres almendros sin podar. Pensé en los veranos de mi infancia, aquellas largas vacaciones en las que nos pasábamos el día en el campo como temporales niños salvajes, exploradores de pacotilla, robinsones suizos, hijos del capitán Grant, Jim Hawkins eternos en los bosques de una eterna isla del tesoro.
Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-74973094065976785662014-06-12T19:42:00.002+02:002014-06-13T01:15:55.645+02:00Después de la tormentaTodos estos días de insoportable bochorno han estallado hace una hora en forma de violenta tormenta de verano. Rachas furiosas de lluvia golpeaban la fachada de mi edificio inundando de agua la pequeña galería del apartamento. Mientras la recogía con la fregona una y otra vez, descalzo grumete Sísifo de espíritu inquebrantable, retumbaban los truenos y la ciudad entera parecía entrar en pánico. Mucho trabajo pero qué placer sentir el paulatino frescor del aire húmedo y limpio. Poco a poco las ráfagas de lluvia han ido perdiendo fuerza hasta recuperar una mansa verticalidad. He recogido las cosas, he secado mis pies con una toalla, me he servido un bourbon con hielo y me he sentado frente a la mesa del salón dispuesto a escribir, repentinamente esperanzado. <br />
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<object data="http://dl.dropbox.com/u/1205485/Audio%20en%20las%20cinco%20estaciones/dewplayer.swf?mp3=https://dl.dropboxusercontent.com/u/1205485/Audio%20en%20Cabo%20de%20Hornos/After_the_Storm.mp3" height="20" type="application/x-shockwave-flash" width="ancho"> <param name="movie" value="http://dl.dropbox.com/u/1205485/Audio%20en%20las%20cinco%20estaciones/dewplayer.swf?mp3=https://dl.dropboxusercontent.com/u/1205485/Audio%20en%20Cabo%20de%20Hornos/After_the_Storm.mp3"></object><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-small;"> Mumford & Sons - After the Storm, 2009.</span>Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-29944418307767697012014-06-09T22:53:00.000+02:002014-06-09T22:53:37.397+02:00Un pálido círculo invisibleEl ventilador se mueve pacíficamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda en la esquina del salón, sus tres álabes convertidos en un pálido círculo invisible.<br />
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El calor ha regresado a mi mundo con la misma cruel indiferencia que el año pasado, ajeno a cualquier atisbo de civilización o respeto a mi condición de animal de sangre caliente.<br />
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En la tapia de una de las esquinas de mi calle se marchitan las flores amarillas y blancas de un gran arbusto de madreselva. En el cielo vuelan vencejos de verdad, no los aviones comunes que anidaban en mi casa de Binéfar y confundí durante años con aquellos.
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<br />
Por la tarde recorté con una máquina mi barba de náufrago. Llevaba cuatro semanas sin hacerlo. Desde el otro lado me observaban dos ojos pequeños y fríos.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-38602618060592835492014-06-05T21:08:00.001+02:002014-06-05T21:08:36.581+02:00NuncaLas playas no terminan nunca.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-6656387240142536992014-06-02T00:21:00.001+02:002014-06-02T01:21:02.759+02:00AstronautaEl verde esmeralda de hace unas semanas es ahora un mar amarillo de cereal en sazón. Navegan algunas pocas nubes blancas en el cielo azul cielo. Conduzco detrás y delante de decenas de vehículos como el mío. Este planeta no es Marte, no es Júpiter, no es Plutón. Hago descender la ventanilla eléctrica pulsando un botón y respiro sin miedo.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-91276972107616173982014-05-29T22:24:00.000+02:002014-05-29T22:24:20.347+02:00Todo me llamaLos sonidos del taller de coches al otro lado de la calle. La joven que pasea un carlino de color crema mientras habla por teléfono. Las sorprendentes hojas verdes de los arbolillos de la acera que hace unos meses parecían absolutamente muertos. Las nubes oscuras a kilómetros de altura sobre los tejados de los edificios. Los tacones de mi vecina del piso de arriba. El tic-tac del reloj de pared. Todo me llama por mi nombre.Jesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1480228999660461785.post-83098473607279184222014-05-28T00:26:00.000+02:002014-06-02T00:22:42.387+02:00HimalayaMientras bajo mis pies se mueven las placas tectónicas que convertirán el Mediterráneo en una cordillera tan alta como el Himalaya<br />
<br />
pienso en el próximo fin de semana<br />
<br />
la blancura de tu piel<br />
<br />
tus ojos un poco saltones<br />
<br />
tu cuerpo delgado entre mis grandes brazos<br />
<br />
tanto amorJesús Miramónhttp://www.blogger.com/profile/05271851627939136093noreply@blogger.com6