lunes, 3 de junio de 2013

El sentido de la vida

El sábado se había convocado una comida familiar en el huerto de mis padres que finalmente resultó ser, para mi hermano gemelo y para mí, un banquete sorpresa en el mejor restaurante de la ribera de Navarra. ¡Me parece increíble que todo el mundo lo supiera menos nosotros, que nadie se fuera de la lengua! «Cincuenta años no se cumplen todos los días», dijo mi madre. El banquete y los regalos, absolutamente inesperados, me conmovieron profundamente (yo conozco el sentido de la vida: el sentido de la vida es ser querido, ser discretamente amado por otros).

Hace unos minutos Paula me ha llamado para decirme que -ella y tres personas más- ya habían encontrado un piso en Barcelona. Este verano se quedará en la ciudad haciendo prácticas en un laboratorio de la Universidad. El entusiasmo y la vitalidad de su voz fluían del teléfono móvil a mi cerebro como una medicina. Yo también ando buscando piso en Barbastro, a donde me mudaré en agosto. A Maite le han dado plaza en un instituto cerca de nuestra casa en Zaragoza y Carlos, si no cambia de opinión en el último momento, quiere estudiar en la escuela de guardas forestales de Jaca, así que el curso que viene es posible que los cuatro miembros de mi familia vivamos en cuatro lugares diferentes.

Ahora escribo que repican las campanas eléctricas de la iglesia de San Pedro y lo hago sabiendo que he escrito lo mismo muchas veces, igual que sucede si escribo que en el pequeño parque bajo nuestra terraza los niños juegan y chillan como si estuvieran siendo masacrados por los soldados de Herodes. Suena también el tubo de escape de una motocicleta que se aleja. El zureo de una pareja de tórtolas turcas que ha venido a beber agua en los vasos de nuestras macetas. El sol brilla entre las camisas tendidas.

13 comentarios:

Elvira dijo...

Sí, ese es el sentido de la vida. Eso y hacer algo hermoso, algo útil que beneficie no solo a los más cercanos y queridos. Las dos cosas las conoces bien, Jesús.

Un beso mirando viñas ;-)

Portarosa dijo...

¡Los cuatro separados! Bueno, por semana, ¿no?
Que sea para bien, que estéis bien y os echéis mucho de menos.
Suerte para Carlos.

Un abrazo.

NáN dijo...

Sí, unir las grandes cosas y las pequeñas es el sentido de la vida.

Tan apaciblemente como se pueda.

Suerte en la diáspora temporal.

Ángel Ruiz dijo...

Un gran texto alegre: muchas gracias por escribirlo.
Sí: "el sentido de la vida es ser querido". No se podía decir mejor.

molinos dijo...

¿tienes un hermano gemelo??? Y ¿ por qué yo no sabía eso?

Guarda forestales es estupendo. El ingeniero es ingeniero de montes...el mundo forestal no tiene secretos para mi y mola mucho.
Solterismo entre semana? lo disfrutarás.
Besos

andandos dijo...

Me gusta el tono optimista que empleas, indica confianza en vuestro futuro, además de en el tuyo. Sois fuertes. Siento desengañarte en una cosa: no es cierto que en Barbastro, como crees, haga menos calor que aquí en verano, aunque haya campanas. Por último: la novia de mi hijo es ... navarra. Hace dos años, cuando quedamos en la terraza del Chanti una salamanquesa cayó del cielo y la estuvimos mirando un rato, incluso le hiciste una foto. Espero que, antes de mudarte, podamos volver a hacer lo mismo.

Un fuerte abrazo para ti y para Maite

Jesús Miramón dijo...

Sabía que te gustarían, Elvira. Lo mejor de las viñas es que, además de ser bonitas, dan uno de los mejores frutos de la naturaleza.

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Sí, sí, Porto, entresemana nada más. Se abre una nueva etapa y junto a la incertidumbre siento también curiosidad. Espero que la experiencia sea positiva para mi hijo.

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Cosas grandes, cosas pequeñas, cosas inmensas, cosas minúsculas, microscópicas, choques de galaxias y charcos en los caminos del campo después de la lluvia, Nán.

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Gracias, Ángel, aunque tú sabes que ese sentido de la vida lo escribió antes que yo nuestro admirado Raymond Carver.

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¿Cómo es posible que no lo supieras, Moli? ¡Pero si lo he escrito muchas veces! ¿O es que acaso no has leído las tropecientas mil entradas de mis blogs anteriores? Oh, no puedo creerlo, me rompes el corazón… (Sobre el solterismo de luxe, bueno, sé que lo disfrutaré como disfrutaré los reencuentros)

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¡José Luis, pero si yo nunca he dicho que en Barbastro haga menos calor que en Binéfar! De hecho sé con absoluta certeza que hace el mismo en los dos sitios (lo que no hay es la niebla invernal que se instala durante semanas en Binéfar). ¡Y Pablo tiene una novia navarrica! Somos pocos pero los mejores…

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Besos y abrazos para todos.

francisco aranguren dijo...

Vaya menestra la de la foto del Lechuguero y las borrajas... Feliz cumpleaños. ¿Qué he aprendido de todo esto? Es lo que uno se pregunta en estas ocasiones (yo estoy a punto de cumplir 55). Creo que el sentido de la vida que has encontrado a la vida es cercano al mío. Con los años uno va apreciando cada vez más la sencillez. Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

Me alegra verte por aquí, paisano (si pasas por mi pueblo de origen -tengo tantos después- come en El Lechugero, no lo olvidarás).

Gracias y un abrazo.

۞ Rociolat ۞ dijo...

Jooo! Jesus como buen geminis, tienes tu gemelo de verdad, de carne y huesos, tu hermano...Como Castor y Polux...Que fuerte!, yo me sentiria halagada y compensada con una gemela.

Separarse de un hijo es la experiencia mas angustiante que yo he vivido, me dio depresion, estaba yo en Vigo,España y mi hija mayor aqui en Chile...Lo tuyo sera de corta distancia, pero tomate tu tiempo para cojerle bien el olor unico que solo los padres olemos de nuestros hijos, observales sus manos, sus cabellos y esa manera de mirarnos que tienen nuestros hijos, que nos hacen vivir y respirar.

Enhorabuena a Maite, con lo escasas que imagino estaran als plazas, pues ya me contaras!.

besote Jesus

Jesús Miramón dijo...

Con mi hija en Barcelona hace tres años ya aprendí: he perdido el miedo, más aún, ¡casi estoy deseando que se largue todo el mundo! (No, es broma, ejem)

Cada edad tiene su afán, Ro. Yo estoy dando los primeros pasos en el umbral de la que me regresa a mí mismo, sin hipotecas ni culpas.

Un beso.

giovanni dijo...

La ultima frase es magistral, otra vez gracias a las frases que la anteceden. Es como si albergue todas las sensaciones descritas.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Gracias, Giovanni. Un abrazo.