Este cabo de hornos no existe como no existen cinco estaciones; los hombres de cromañón desaparecieron de la faz de la tierra hace miles de años y, debo aceptarlo, Innisfree sólo es un poema.
¿Qué es exactamente la realidad? ¿Cómo dar testimonio de ella? ¿En qué consiste la verdad?
Los jabalís dejan sus huellas en las lindes de los campos de cereal. Las tiernas y recientes hojas de los arbolillos de la acera se agitan castigadas por el viento nocturno. Mi edad.
martes, 29 de abril de 2014
Lindes
Publicado por Jesús Miramón a las 23:43
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9 comentarios:
Me alegro de leerte. No es poco.
Un abrazo
A tus preguntas: ni idea.
Pero se disfruta tanto leyendote... Eres tan evocador!
Com siempre, tu último párrafo es genial.
Un abrazo
Yo tampoco tengo respuestas pero me gusta leerte, siempre. Nati
Jesús, el cabo de hornos existe (que se lo digan a los navegantes que se enfrentan a el con la única fuerza de los vientos), hombre, cinco estaciones no hay, son cuatro, pero con el cambio climático y todo esto vete tu a saber....
Los cromañones seguimos aquí (si, ya se que es increíble).
Pero sobre todo, como se te ocurre decir que Innisfree solo es un poema, los que te conocemos y queremos no podemos admitir esta afirmación de tu boca.
¡Ah! Es verdad, los jabalís abundan cada vez más (¿será un indicio de algo?)....
Ánimo (como decía el de gladiator “Fuerza y valor”), lo nuestro es pasar y ya sabes como se hace el camino...
Un abrazo de tu gemelo ..
Javier.
Pues yo creo que lo mismo que una playa es la acumulación de incontables granos de arena, la realidad podría ser la acumulación de todo lo que cuenta cada persona, tanto cuando quiere contar lo que cree verdadero como cuando lo que quiere es engañar.
Como no tenemos contacto frecuente con cada uno de los siete mil millones que habítamos ahora el Planeta, nos tendremos que conformar con una parcela diminuta de esa realidad.
Y tu contribución, para los que te leemos, es importante.
José Luis, Anónimo, Giovanni, Nati, querido hermanito, Nán: gracias.
A mí también me gusta leerte y que no te aísles en tu cueva. Nos gusta saber de ti.
Besos
Gracias, Elvira. Un beso.
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