Anoche dejé la puerta de la pequeña galería de la cocina abierta durante un rato con la luz encendida, y enseguida el techo alrededor del fluorescente se cubrió de diminutos insectos de apariencia tan efímera como la duración de sus vidas: hoy por la mañana todos yacían muertos al pie del cristal y los visillos, atraídos por el reflejo de las farolas nocturnas de la calle. La primavera ha llegado.
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4 comentarios:
Y así, la mayoría de las personas acaban yaciendo en no lugares, atraídas por falsas luces.
En casa ya tenemos hormigas.Legaron hace algunas semanas, pequeñitas y corre que te corre. Siguen dale que te pego pero han engordado. Estas no se dejan deslumbrar por luces falsas;) Nati
siguen
Y por aquí, por el sur, los vencejos ya volvieron con sus vuelos circulares y sus caídas en picado.
Me acordé de tí.
Nán, Nati, Victoria, perdonadme por el retraso en contestar pero me está costando más de lo que pensaba dejar atrás el Cabo de Hornos.
Hormigas, vencejos, calor, hojas nuevas en los árboles, el mundo resucita.
Besos.
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