lunes, 28 de julio de 2014

És l'hora, pare

A menudo he odiado la poesía, todavía la odio a veces. Me pone enfermo, me da urticaria, logra hacerme sentir incómodo, traidor, cínico, cruel. Sin embargo, como sucede con tantas adicciones, la necesito, la busco, interpreto el mundo a través de su poder antiguo, incapaz de renunciar a ella.

Porque sucede que a veces, muy pocas veces, algunos poemas inesperados se cruzan en mi camino y recupero la sed de verdad que tenía a los catorce o quince años, aquel placer al sentirme saciado sin esperarlo, aquellas epifanías, aquel sólido y rotundo sentimiento de comunión.

Hoy he leído poemas así y, tras el estremecimiento y la profunda emoción, lo primero que he sentido ha sido agradecimiento: los poemas de Eponelep se han llevado de un plumazo toda la hojarasca dejando el hueso al descubierto. Ah, sí, esto era la poesía, iba de esto. Gracias por recordármelo, Silvia, aunque haya sido a un precio tan caro.

És l'hora, pare

viernes, 18 de julio de 2014

Ciudades voladoras

Giraban tantos ventiladores en la angustiosa y calurosa noche de verano, tantos centenares, miles de ventiladores en dormitorios, salones y pasillos, que poco a poco la ciudad comenzó a despegar y elevarse sobre el somontano mientras sus moradores dormían.

jueves, 10 de julio de 2014

Vida de un poeta

Entre los encierros de San Fermín y los partidos de fútbol del mundial de Brasil no doy abasto.

sábado, 5 de julio de 2014

Bajo las nubes

Me parece correcto tener canas, añadir a mi antigua miopía juvenil la actual vista cansada, contemplar por la mañana en el espejo un adelanto de mi futuro inmediato.

Me parece correcto estar gordo por comer y beber demasiado, por no hacer ejercicio físico, por dejarme llevar lánguidamente por la corriente bajo las nubes sin mover un músculo.

Me parece correcto hacer lo que quiero, como quiero y cuando puedo: amar, olvidar, ser ejemplar, ser miserable, fuerte como un gigante, débil como un coloso, bueno, cruel e injusto.

Me parece correcto pagar un precio cada día, me parece correcto ignorar tanto y sin embargo seguir adelante con más o menos curiosidad, más o menos fortuna, más o menos esperanza.

miércoles, 2 de julio de 2014

Cantos de sirenas

Julio comienza con una tormenta de verano de mil pares de cojones. Truenos, relámpagos, lluvia furiosa de gotas gruesas y veloces como balas. La nave y sus camarotes, eso sí, ni se mueven. Cualquiera pensaría que en vez de estar navegando alrededor del Cabo de Hornos estuviese yo viajando a bordo de un estático y pequeño apartamento tierra adentro, a centenares de kilómetros del mar. Así de engañosa puede llegar a ser la realidad.