miércoles, 17 de abril de 2013

Viaje

Mi nave no rompe las olas,
atraviesa el tiempo.

9 comentarios:

molinos dijo...

Mientras no se hunda estás a salvo.

Y yo también.

Jesús Miramón dijo...

Que suceda, porque sucederá, es inevitable, dentro de muchos años.

(Cada día estoy más cerca del Cabo)

giovanni dijo...

Fácilmente llegarás hasta Kaap Hoorn.
Desde ahí el viaje pueda hacerse difícil.

Elvira dijo...

Me alegra que estés cerca del Cabo de Hornos. Besos

Elvira dijo...

Yo pensaba al revés de lo que dice Giovanni, que una vez pasado el Cabo, todo será más fácil.

Jesús Miramón dijo...

Pues el hecho es que existe un vínculo directo entre el Cabo de Hornos y Holanda, Giovanni. Su nombre es un "falso amigo" pues proviene, en honor al explorador holandés Willem Cornelis Schouten, el primero en doblarlo en 1616, de la ciudad donde nació: Hoorn, posteriormente traducida erróneamente por "horno".

Jesús Miramón dijo...

Elvira, tienes razón, el peligro es el mismo cabo, donde los vientos soplan de oeste a este dando lugar a los“cuarenta rugientes”, los “cincuenta furiosos” aún más salvajes y los “sesenta que gritan“. Muchos barcos se hundieron allí a lo largo de la historia. La tradición señalaba que los marineros que había doblado el Cabo de Hornos podían llevar un pendiente de oro en la oreja izquierda, así como cenar con una pierna sobre la mesa si les apetecía.

Un beso.

DiOrtigoza dijo...

Buenos Dias Juan!

Como fue tu viaje a Cabo de Hornos? Hay algún lugar donde hablas de tu experiencia?
Estoy con planes de hacer el viaje!

Agradeceré leer sobre tu experiencia.

Saludos

Diana Ortigoza
dimy82@gmail.com

Jesús Miramón dijo...

Diana, lamento decepcionarte pero no he viajado al Cabo de Hornos, ¡qué más quisiera! En mi caso el cabo de Hornos es una metáfora, un símbolo, un mito personal (quienes me conocen saben que soy un mitómano profesional).

Espero que hagas ese viaje y, si lo cuentas, me digas dónde poder leer el relato.

Un beso.

Jesús

Ah, es verdad, me olvidaba: no me llamo Juan, me llamo Jesús, pero da igual (Juan es un nombre bien bonito).