Ha sucedido en el trabajo alrededor de las diez y media de la mañana, y lo ha hecho sin aviso, a traición. Palpitaciones, la tensión arterial por las nubes, el vértigo, esa sensación tan real de muerte inminente... viejos enemigos que había dado por vencidos. He salido al jardín y he intentado relajarme, respirar despacio entre los castaños de indias, aunque finalmente he decidido tomar media pastilla de Lorazepán y me he calmado lo suficiente para seguir atendiendo a la gente y lograr terminar la jornada laboral.
Hacía tres meses que no tomaba nada, tres meses que me habían hecho creer que había superado definitivamente mis crisis de ansiedad, por eso el golpe de hoy ha sido bajo y violento. Ahora estoy cansadísimo, reventado física y mentalmente. Lo peor de la ansiedad es esta ausencia de control, este miedo que convierte a uno en un pelele. Pero lucharé, lucharé sin tregua.
jueves, 2 de mayo de 2013
Recaída
Publicado por Jesús Miramón a las 22:31
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15 comentarios:
Un abrazo, Jesús.
Un abrazo, desde la lejanía y cercanía.
Nunca me niego un paracetamol para un dolor de muelas, ni un ansiolítico para una subida de la ansiedad.
Es un proceso físico que por suerte tiene su modo de ser contenido.
Fuera miedos y un abrazo.
He estado aqui y te he leído.
Todo mi ánimo...un beso.
:-)
Cómo es la química... qué puñetera!
El camino está ahí. Querer superarse es el camino. A veces lentamente y otras veces más rápido, el caso es ir recorriéndolo, como dices, sin tregua.
Aquí estamos, para empujar cuando haga falta.
Suma otro beso y otro abrazo.
Besos y abrazos emocionados a todos, muchísimas gracias.
Hola Jesús,
descubrí tu blog justo en el momento en que dejaste de escribir. Fué fácil entender el motivo. Te enfrentas cada dia a la cara más fea de la situación que nos esta tocando vivir y eso es duro.
El otro dia se me saltaron las lágrimas al ver que habias vuelto. Que bien! Leerte es especial.
Claro que saldras adelante.
Mucho ánimo, mucho.!
Permiteme que te mande un abrazo.
MCarmen
Jesus, es solo una mala ilusion optica de la cabeza...ten valor y piensa.
Jesus supongo que vendras algun dia a conocer tu CABO DE HORNOS, me gustaria hacerte de guia...Cada vez que comienzo el dia, me acuerdo de ti, cuando entregan las prediccion del tiempo por TV y muestran los vientos fuertes y las lluvias intensas en Cabo de Hormos.
Besos
Te mando un abrazo muy cariñoso y todo mi apoyo, amigo!
Lo sé bien, Elvira, muchísimas gracias. Rociolat, nada me gustaría más que visitar algún día el Cabo de Hornos. MCarmen, bienvenida a este blog (y también a Las cinco estaciones). Besos.
http://www.ataqueansiedad.com/
Agradezco al anónimo el enlace. Al principio me ha producido una desconfianza tremenda porque la página estaba plagada de publicidad, pero después, al leer un poco más, me ha parecido muy interesante. Gracias.
Desde hace unos años los encargados de mantenimiento de las carreteras sulfatan los márgenes para que no salgan demasiadas hierbas que dificulten la circulación de coches. Al menos esta es mi impresión. Pero de Binéfar a Azanuy, unos trece kilómetros, esto no ha sucedido todavía y están, los márgenes cercanos a la carretera, bastante llenos de amapolas, miles, de manera más o menos continuada. Unos trece kilómetros. Tienes que verlo, que sé que te gusta.
Un abrazo
Un abrazo, Jesús. Y ánimo, ánimo.
José Luis, en la autovía y en la nacional 240 que enlaza con Barbastro no han sulfatado los arcenes y son un verdadero espectáculo, algo tremendo. Vivimos en el país de las amapolas.
Muchísimas gracias, Porto. Hoy me encuentro mejor, de hecho he podido trabajar sin tomar nada. Continúo en la pelea de saber vivir el presente (yo, que pensaba que sabía... ).
Un abrazo a los dos.
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