jueves, 12 de junio de 2014

Después de la tormenta

Todos estos días de insoportable bochorno han estallado hace una hora en forma de violenta tormenta de verano. Rachas furiosas de lluvia golpeaban la fachada de mi edificio inundando de agua la pequeña galería del apartamento. Mientras la recogía con la fregona una y otra vez, descalzo grumete Sísifo de espíritu inquebrantable, retumbaban los truenos y la ciudad entera parecía entrar en pánico. Mucho trabajo pero qué placer sentir el paulatino frescor del aire húmedo y limpio. Poco a poco las ráfagas de lluvia han ido perdiendo fuerza hasta recuperar una mansa verticalidad. He recogido las cosas, he secado mis pies con una toalla, me he servido un bourbon con hielo y me he sentado frente a la mesa del salón dispuesto a escribir, repentinamente esperanzado.


Mumford & Sons - After the Storm, 2009.

6 comentarios:

giovanni dijo...

La fuerza de la naturaleza es contagiosa. Y su frescura también.
Un abrazo

Epolenep dijo...

Mmh, hasta aquí llega el frescor! Un abrazo

Elvira dijo...

Me ha gustado el texto y también la canción. Un beso

Jesús Miramón dijo...

Giovanni, Epolenep, Elvira, abrazos, besos y gracias infinitas.

Paco dijo...

...de dónde surgirá esa repentina esperanza...

Jesús Miramón dijo...

No lo sé. Tal vez debamos aceptar que la esperanza, como tantas otras cosas, no tiene ningún sentido salvo permitirnos seguir adelante. Una sabia reacción refleja de nuestra naturaleza. Algo así.