lunes, 10 de febrero de 2014

La alcachofa de la ducha

Pasan los días sin aspectos reseñables. Hoy comí restos del menú de ayer. Hablé por teléfono con mi padre. Durante el paseo nocturno compré un nuevo soporte para la alcachofa de la ducha. Hacía mucho frío y era agradable sentirlo en el rostro, el cuello del abrigo subido hasta arriba del todo, las manos en los bolsillos. Diez de febrero ya. El invierno, desgraciadamente, no durará siempre.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La apacible rutina ...
Aunque yo prefiero un tiempo algo más templado
Un abrazo.
nati

Jesús Miramón dijo...

A la hora de escribir la rutina es el Himalaya, la luna, lo imposible.

Un abrazo.

NáN dijo...

Qué bien combinan la alcachofa de la ducha, el frío y la felicidad.

andandos dijo...

Comer, hablar, pasear, comprar y escribir sobre eso.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Me gusta esa combinación, Nán. Y la de José Luis también. Un abrazo a los dos.

Angela dijo...

Aspecto reseñable: mi nieta cumplió ayer, 10 de febrero, dos años de edad. Habla por los codos, con media lengua, pero por los codos. A Jerry, mi marido, se dirige en inglés. "Hello, Jerry" y "bye bye, Jerry". Y canta el cumpleaños feliz en español y en inglés. Me la como. ¡Baberos para la abuela!

Jesús Miramón dijo...

Qué maravilla, Ángela. Baberos y besos y felicidades para la abuela. ¡Dos años de edad! Qué maravilla.