Por la mañana cayó una lluvia fina e ingrávida. El cielo tenía la textura y el color gris pálido de los días de nieve. Si hubiera hecho más frío las leves gotas de agua se habrían convertido en copos. Qué felicidad.
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3 comentarios:
Leyéndote la comparto. Acá, desde mi cuarto un cielo de grises casi hasta negro cerca del horizonte en el este y justamente ahí explota debajo del casi negro una luz media blanca azul de la aurora, con un poco de rojo. Vuelvo a la ventana y ahora está rosado al horizonte, el rojo aumenta.
leves gotas de agua que se convertirían en dulces copos de nieve.
Me gusta la nieve. Es algo que no puedo decirle a la gente que vive donde nieva mucho -¡cómo se nota que no tienes que sufrirla todo el invierno!, dicen- pero me gusta mucho la nieve. Cualquier fin de semana de estos subiremos a caminar sobre ella y escuchar su crujido bajo nuestras botas. Un abrazo, amigos.
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