Al entrar en Zaragoza desde la carretera de Logroño en dirección a la nueva estación del AVE la capital luce como una escena nocturna de ciencia ficción. Llovió hace poco y el asfalto brilla a la luz de miles de farolas. En la Avenida de Navarra giraré a la derecha y luego a la izquierda por la calle estrecha de los plátanos, después a la derecha y de nuevo a la izquierda hasta llegar a nuestra calle, que descenderé rumbo a la entrada del garaje. Tras aparcar subiré en el ascensor, llamaré a la puerta.
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2 comentarios:
Como un corto cortometraje. Me encanta.
¿Un cortometraje? Me gusta.
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