Comprendo que para poder vivir con un nivel tolerable de estrés es necesario creer que todos los días son y serán más o menos similares, que los acontecimientos fluyen y seguirán fluyendo sin demasiado ruido, que lo que nos rodea es aproximadamente previsible. Así es como debe ser, y me parece bien: nuestra afinación, nuestra armonía, es el fruto de miles, de millones de años de evolución. Y sin embargo.
jueves, 9 de enero de 2014
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7 comentarios:
Marc dice que soy igual que tú. :)
Oh, misericordia...
:)
Que más allá de la línea del cambio de rasante, no hay un abismo, la carretera continúa. ¿O no?
Y sin embargo, a veces no nos gusta esa sensación.
Qué evocador el cambio de rasante!
Nati
Necesitamos una buena dosis de situaciones que se desarrollan de forma previsible, pero también hace falta la sorpresa, la novedad, la sensación de que algo increíble puede estar a la vuelta de la esquina.
Besos
Vivimos en esa constante contradicción (una más). En los últimos tiempos he aprendido a valorar los beneficios de la paz -básicamente por haberla perdido- pero ni en esas circunstancias olvidé que desde que era un niño siempre pensé en el mundo como un lugar abierto a aventuras increíbles. A pesar del miedo a los abismos y las sorpresas terribles, que también existen, no quiero olvidarlo.
Un abrazo.
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