jueves, 2 de enero de 2014

Furtivos

Caminamos de la mano como cuando éramos novios. El suelo está mojado porque llovió brevemente antes de que saliésemos del apartamento. Algunas personas me saludan con un hasta luego, un hola o un discreto movimiento de cabeza. Los adornos luminosos brillan en las calles y los escaparates de esta pequeña ciudad de provincias mientras la navidad empieza a desvanecerse. No falta mucho para que los reyes magos partan, furtivos, antes del amanecer.

5 comentarios:

giovanni dijo...

Me gustan las imágenes y las realidades de esta entrada, la segunda del 2014. Es cierto, todo comienza (de nuevo). Feliz año nuevo! Un abrazo

NáN dijo...

Tiendo cada vez más a considerar el tiempo como una cinta continua, a no dividirlo más que por las condiciones de la estaciones (me está costando muchos problemas, como ir a la presentación del libro de un amigo el viernes anterior al evento). Pero no lo consigo del todo. Por ejemplo, año nuevo me produce una sensación de limpieza, quizá por el viento y el frío.

Elvira dijo...

Me gusta ver ese 2. ;)

Y ¡qué bonito caminar de la mano!

Mi propósito de año nuevo (lo descubrí ayer) es encontrar la manera de hacer más cosas que disfruto con el mínimo cansancio o desgaste posible. Es todo un reto para mí. Ya se me han ocurrido algunas pequeñas ideas. Si se me van ocurriendo más, al final se notará, seguro.

Besos

andandos dijo...

Esa ciudad de provincias en la que vives ahora. Estuve en ella, por asuntos médicos, ayer y en nochevieja, y, mientras esperaba, pensé en cuanta gente conocía allí.
Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Año nuevo es un cuaderno nuevo, limpio, vacío aún, ¡qué tesoro! Es algo que no tiene precio: borrón y cuenta nueva, resurrección, propulsión, reflexión, continuidad, reinicio... Todo es posible.

Un abrazo.